jueves, 13 de enero de 2022

 Dejé de escribir. Llevo más de un año sin entrar aquí y sin leer lo que siento. Sin casi siquiera pensar en lo que siento. Ahogando cualquier mínimo sentimiento en alcohol, antidepresivos, relajantes, o, cuando puedo, durmiendo.

Llevo días sin tomar las pastillas, y me sorprende ver que estoy incluso peor que cuando las empecé a tomar. Se supone que no debería ser así, pero ahora mismo podría ahogarme en mis propias lágrimas. Son como un tsunami, incontrolables, mojando todo a su paso, dejando charcos y charcos.

Me mata la pena. Literalmente siento tanta tristeza que es como si me estuviese muriendo. Me duele la cabeza. Me duele el pecho. Me duele el cuerpo entero, por dentro y por fuera. Tengo tanta ansiedad que hacer cualquier cosa cotidiana me supone un reto en el que tengo que emplear absolutamente todas mis fuerzas para poder conseguirlo. Incluso dormir me supone un reto, porque tengo pesadillas y ataques de pánico.

Estoy intentando distraer mi mente con cosas banales que normalmente consiguen que no me centre en mis pensamientos, pero la locomotora que tengo por cerebro cada vez va más rápido, cada vez suelta más humo, cada vez hace más ruido.

Ni siquiera sabría centrar mi tristeza en una sola cosa. La depresión no ayuda a sentir las cosas con "normalidad", y la abstinencia por las pastillas tampoco me lo está poniendo fácil. Tengo sudores fríos, mi corazón me da descargas en todo el cuerpo, mi ansiedad está por las nubes. Todo esto, a parte de dificultarme la vida, me recuerda que necesito unas pastillas para parecer "normal". Para poder vivir, para poder ver las cosas con "claridad". Y aún así, cuando las tomo, tampoco soy capaz de ver las cosas con claridad. No dejo de tener sentimientos encontrados y totalmente contradictorios con todo, sobre cómo me siento, cómo actúo, como pienso. Siento que en cualquier momento voy a explotar. La terapia cada vez me ayuda a descubrir más cosas sobre mí. Cosas, que no me están gustando nada,que son tristes, que me ponen triste. Aunque cuando voy, tamaño o soy capaz de hablar todo lo que me duele. Quizás un 10, o un 20%. ¿Cómo así voy a superar algo? Cuando parece que las cosas mejoran, aparece algo que me hace ir a peor otra vez. Aprendo a medio gestionar un problema y aparecen tres que me desmontan el 100% de nuevo. Y así constantemente. Y lo intento con las pocas fuerzas que me quedan, y no lo consigo. Y escribir esto ahora no sé muy bien si me ayuda. No tengo a nada a lo que aferrarme, y eso me hace sentir como una mierda,porque me siento mal por no poder aferrarme a lo que tengo.

En realidad, sí sé cuál es la solución a todo. Desaparecer. Desaparecer de una vez por todas, alejarme de todo y de todos. Dejar de preocuparme por los demás, preocuparme por una vez por mí. Pero ni eso soy capaz de hacerlo por seguir preocupándome por los sentimientos de los demás. A veces, alguien intenta hacerme feliz y no lo consigue, porque ese alguien suele joderme el resto de las veces, y mientras lo pienso, me siento mal porque ese gesto, ese pequeño intento no ha servido, y pienso que esa persona se siente mal porque no me ha conseguido hacer bien y entonces vuelvo a entrar en el bucle de los malos sentimientos. Y no sé gestionarlo, no sé cómo se afronta eso. No sé cómo se afronta la vida. Nunca lo he sabido. Siempre he sabido cómo se afronta la vida para hacer feliz a la gente, no para hacerme feliz a mí. Así que, ni siquiera desaparecer sería una solución, ni siquiera el suicidio sería una solución, porque no estaría haciendo felices a los demás. Porque mi estancia es importante. No para mí, sino para los demás, porque les he acostumbrado a todos y todos me han acostumbrado a que sea yo la que solucione todo lo ajeno.

No tengo a mi madre, que era la que me enseñaba y ayudaba a vivir. Y cada día descubrí más cosas sobre su vida que me hacen sentir tremendamente culpable por cómo me comporté. Sí, por comportarme con respecto a mi edad. Nunca he sabido qué es eso, porque siempre he actuado como si fuese otra persona y muchísimo más mayor que yo, así que ahora mismo, tengo la madurez de una anciana en el cuerpo de una joven con la mente de una niña. ¿Es esto lo que se supone que elegí cuando decidí nacer? Me tuve que odiar mucho en ese momento para elegir esto, porque si tuviese enemigos, ni siquiera al mayor de ellos le desearía sentirse la mitad de cómo me siento yo.

No sé siquiera si existen las palabras exactas para describir o definir cómo me siento. Quizás sea alguna palabra extraña en algún otro idioma que significa muchas o cosas. Si algún día la descubro, me la tatuaré.

No puedo casi respirar. Haber pasado el covid me da la oportunidad de estos días y unos cuántos más que vengas echar la culpa al virus de mi falta de aire.

¿Algún día encontraré la persona con la que pueda hablar de todo esto y sentirme 100% yo y a gusto de una vez? Hace tiempo que perdí la esperanza, la verdad, estoy casi segura de que eso no va a pasar, de que esa persona sólo soy yo hablando conmigo misma. Espero equivocarme. Lo espero de corazón.

Cada día intento mejorar como persona, aprendo cosas nuevas, trabajo las ya aprendidas, pero eso tampoco me hace sentir bien. Y eso que hoy por hoy me parezco bastante a la persona que siempre he querido ser. ¿Por qué no me hace sentir ni un poquito bien? ¿Por qué tanto sufrimiento? Tanto inconformismo me mata.

Todo me mata. La vida me mata. En vz de vivirla, la sufro. Si fuese una persona que una vez muerta se hace famosa, sería una mártir. "Marian, fue una gran sufridora. Se empleó a fondo." Dicen que hay personas que nacen con estrella y otras estrelladas. Yo sería una estrella estrellada. Eso sería lo que me haría famosa. El don que tengo para sufrir. Es una facilidad abrumadora.

A veces creo que si le cuento estas cosas a alguien, pensará que me hago la víctima, o que me gusta estar mal y disfruto de ello o algo así. Pero juro que lo que digo que sufro lo sufro desde lo más profundo de mi alma.

Mis pesadillas revelan mis deseos y mis sufrimientos. Todo empieza con algo que deseo, y termina convirtiéndise en una pesadilla con unos cuántos sufrimientos reales. Hasta en sueños me boicoteo. ¿Será que estoy así de mal porque quiero? ¿Alguien querría estar así de mal?


La verdad es que no quiero escribir más. 

No quiero llorar más. 

No quiero vivir más. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario